Imperio Leviatán

Niños sin sombra y mañana sin luz.
Cielos metálicos estrujándome el pecho. Anuncio de finales abruptos y cegadores impactos.
Alimentándose del miedo, vomitando su democracia sobre nuestras casas, estrangulando destinos, sobrevuela el Leviatán. ¿A quién debemos darle las gracias?
Combustible sangre recorre sus venas, estimulando su musculatura de exterminio y dominación. Esparciendo su fétido aliento sobre nuestros cuerpos, campos, cielos y ríos. Vampiro de los recursos del planeta. Enemigo del hombre.
¿Quién puede borrar esa mirada repetida en millones de rostros impávidos?, vacíos de futuro. Preguntando, preguntándose ¿Por qué hoy? ¿Por qué no jamás?

Vos con tus frutas sintéticas, tu productos diet, tus nanotubos de carbono, tu tecnología invisible, tu dominio quántico, tu manipulación genética, tus pruebas nucleares, tus ensayos de muerte, tu fascismo embrionario, tus viajes al espacio, tu fibra óptica, tus comunicaciones desvinculantes, tus misiles inteligentes, tu cultura de mercado, tus tele-pastores, tu costo fijo, tu Capitán América, tu ejercito de inmigrantes, tu discriminación general, tu taza de ganancia, tu farmacéutica elitista y tus epidemias lejos de tus pares, tu guerra preventiva, tu saqueo, tu cruzada de nuevo tipo, tu palabra de dios, tu ortodoxia reaccionaria, tus cárceles clandestinas, tu frontera cerrada, tus estrellas y tus franjas de poder… y mis hermanos… tus contingentes de mano de obra barata, comiendo de tus desperdicios, pagando con sus vidas tu discurso de paz.

Nosotros con piedras, vos con bombas. Yo con mi rima imperfecta y vos con tu nube de fuego implacable.

Somos tu talón Aquiles y vas a caer. Y será tan fuerte. Tan definitivo. Que ese derrumbe resonará en la historia de los hombres libres.