lunes, 19 de noviembre de 2007

Retorno a Ocionía

La frontera de ese desierto urbano me daba la bienvenida, con sus calles rojas de asfalto orgánico de viscosidad fósil y sus árboles asomándose por las ventanas con sus copas grises acunando nidos de ratas, le devolvían a mi nostalgia una dosis de vida perdida en la vorágine del tedio, a tranco ligero me dirigí por su avenida central rumbo a la encrucijada de ciento doce caminos que confluían en el centro del orbe, cabe decir que dicho cruce limita a una cuadra de su propia frontera, te dejo a vos la tarea de calcular cuantas manzanas tiene tu pueblo le dije a un titiritero desempleado que me regaló una mirada de soslayo cuando notó que no traía mis cuerdas colgantes reglamentarias, La justicia tarda pero llega!!! increpó con escupida de obsequio, el ajetreo usual de sus gentes me recibió con su natural desinterés, sus cielos humeantes, sus pescadores tirando líneas cuadra arriba, sus puentes subterráneos de acera a acera, toda evolución resultaba caricatura frente a la naturaleza de aquel paraje y sus seres, a la derecha alguien paraba un taxi, Voy hasta mitad de cuadra doblando por ésta a mano izquierda, Tu ruta es mi ruta, escuché decir, en el oriente de la acera alguien ofrecía buzones con descuento, por el occidente alguien gritaba que se iba sin que lo echaran y que volvería siendo millones, el sol rebotó con vehemencia contra los cristales oscuros de un vendedor de margaritas apoyado en su fálcon verde, encandilando, y haciendo golpear su propia mano al rematador de sueños, su local abría las puertas sólo cuando la oferta superaba la demanda, llegando a la bocacalle -de ángulo difícil de graduar- una dama en pelotas y con paraguas se lo hacía a un fulano frente a un local de comida rápida para mascotas, Se iba y se venía con el menos idiota de los dos, susurró para si mismo un espectro con guitarra al hombro que pasó haciendo sombra con su altura, pocos pasos más allá me crucé una flaca desgreñada que me confesó que, La esquina no dobla, la que se dobla soy yo! Es cierto que se puede doblar con dos dedos una cuchara por su mango? pregunté, sin dudarlo acariciándose la pera y la mirada absorta en su propio horizonte contestó, En ese punto, no sos vos, ni es la cuchara los que se doblan, es el mundo, entendés? es el mundo el que se retuerce, somos todos pujando por esa comba, Y más si lo experimento en esta encrucijada donde todos nos cruzamos, acoté sin pedir permiso, No estoy pa´ pendejadas, guaso! y volvió a su posición en V, era hora pico y los chanchos con libreta no se harían esperar, alguien paraba un taxi, recordé que calzada arriba no convenía transitar descalzo, las veredas fueron copadas por las cunetas y lo recomendable era caminar por el cantero que dividía la vía con sus arbustos de cemento que en primavera regalaba sus flores de alambres de púas a todo transeúnte, el taxista hizo señas hacia atrás, en esas calles se podía doblar en cualquier dirección y en U, la derecha no tenía preferencia, y nadie era demasiado consecuente con los caminos trazados, rebotaban sin remordimientos de cara a cara como bola de pinball, ya nadie cuestionaba el estar en una u otra senda, Circulando! me dijo un agente reproductor mientras me hacía la boleta por entorpecer el tránsito, Las clases de estatua humana se dictan en el edificio de artes vivas y por favor póngase sus cuerdas señor!, un taxista de longa figura terminaba su jornada de trabajo, paró un taxi, se montó, Siga esos molinos! un gordo en burro con patines se colgó del guardabarros y se perdieron en la marea, Es la hora de los pueblos, Es la hora de los pueblos! voceaba un pibe de boina y chalina palestina revoleando un panfleto, Loco cuanto vale el pasquín? A voluntad, compañero!, Ando a pata, No pasa nada, la dulzura puede cambiar el mundo! y me dió un faco a cambio de prometerle que no agrediría el medio ambiente, pregunté si el otro medio estaba disponible para agresiones, se encogió de hombros, Ni puta idea dijo, se envolvió en la bandera que tenía una cuerda cortada dibujada sobre fondo de color combativo se roció con kerosene y se lanzó a cortar la calle, Los neumáticos contaminan fue su último grito mientras se rascaba la barba perita, Una ovación espontánea sumó su grito, Abajo los que están arriba! Arriba los de abajo! No te quemés flaco, no te quemés! Tas regalao pelao! Taxi, taxi! Basta de opresión! Al fondo que hay lugar! Alguien vió a mi mujer? usaba paraguas! Ah puta, como se pierde la gente!, las masas movidas por un estado de excitación como en un estallido de glamour y violencia vitoreaban sus consignas individuales, un veterano de rulos entreverados, lentes cuadrados y barba larga en punta, me apoyó su mano tatuada sobre el hombro y soltó No te preocupes flaco, ya se van a cagar en todo!, aproveché una brasa que saltó del piquetero inmolado para prender un pucho, los taxis iban todos con pasaje, pegué la vuelta evitando el centro, le miré el culo a la V y me fui estirándo los pelos de la barba con la punta de los dedos.

3 comentarios:

mismilesimas dijo...

Me gustá.
Ta muy bueno amiguis.
Besotes!!

Blondiepower dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Blondiepower dijo...

Hacia mucho no venia por aca. Veo que ud tampoco!